Moda con propósito ambiental
La moda es considerada uno de los mayores contaminadores de la industria en el mundo. Las fábricas de textiles producen aguas residuales tóxicas, las fibras sintéticas se liberan en el océano a través del lavado, la moda rápida ha creado una cultura de ropa desechable donde muy poco se recicla y la mayoría termina en vertederos: 92 millones de toneladas de desechos sólidos arrojados en vertederos cada año. Una de las recomendaciones que los ecologistas han sugerido es un cambio de tendencias, de moda, señala Gustavo Copelmayer, y consiste en procesos de manufactura a pedido. Significa que cada prenda se hace cuando el cliente la ordena, por lo tanto, la producción evita generar grandes cantidades de inventario que rara vez se venderán en su totalidad. Este modelo también permite la personalización de prendas, hecho cada vez más popular entre los millennials.
En la actualidad, los consumidores están más conscientes de su huella ambiental y cuando se trata de moda, sus decisiones seguramente pasarán por elegir una marca con propósito, responsable y sostenible.
Es bueno saber, indica Gustavo Copelmayer, que las marcas están girando para ser más ecológicas. La industria de la moda tradicionalmente se ha enfocado en el producto final y las cadenas de suministro, frecuentemente encabezan las listas con mayores emisiones.