Cambio climático y el agua que asecha
«Los peligros relacionados con el tiempo, el clima y el agua están aumentando en frecuencia e intensidad como consecuencia del cambio climático», dijo el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, Petteri Taalas.
Durante los últimos 20 años hemos presenciado importantes catástrofes ambientales que repercuten en los seres humanos y en el sistema económico y en su mayoría, el agua es la protagonista. Tanto por sequía, tormentas o inundaciones, estos desastres han registrado cerca de 1,3 millones de muertos, según revelan los análisis de la Organización Meteorológica Mundial.
Se puede apreciar que la mayor cantidad de víctimas han sido producidas por las sequías, sin embargo, las recientes inundaciones que están padeciendo el continente Europeo y Asia, ahora con China bajo el agua, revelan que las temperaturas extremas, son las causantes de pérdidas humanas y económicas desde 1970.
He consultado extractos del informe Atlas de la OMM en el que se señala que las inundaciones y tormentas ocasionaron las mayores pérdidas económicas de los últimos 50 años en Europa, que alcanzaron 377.500 millones de dólares. Las inundaciones de 2002 en Alemania causaron 16.480 millones de dólares en pérdidas y fue el evento más costoso en el continente entre 1970 y 2019. Sin embargo, las olas de calor causaron las mayores pérdidas de vidas en el mencionado continente.
Los datos muestran que los riesgos meteorológicos, climáticos e hídricos representaron el 50% de todas las catástrofes (incluidos los accidentes tecnológicos), el 45% de todas las muertes registradas y el 74% de todas las pérdidas económicas registradas a nivel mundial.
Cada vez más, los episodios de lluvias son más intensos y llevan la huella del cambio climático pues a medida de que la atmósfera se calienta, retiene más humedad lo que genera mayores precipitaciones durante más tiempo aumentando el riesgo de inundaciones, tal y como lo estamos presenciando en la actualidad.
«Ningún país, ya sea desarrollado o en desarrollo, es inmune. El cambio climático sucede aquí y ahora. Es imperativo invertir más en adaptación, y una forma de hacerlo es reforzar los sistemas de alerta temprana», aseguró Petteri Taalas.