Diésel, gasolina o automobiles eléctricos
Por Gustavo Copelmayer
El futuro de los combustibles fósiles parece estar en la recta final en el uso para el transporte. ¿Por qué? Porque son finitos, por el esquema de protección ambiental y porque se está impulsando el uso del transporte automotriz eléctrico.
En este sentido, la Comisión Europea ha dispuesto que a partir del año 2035, no se comercializarán más vehículos de combustible fósil, esta decisión se avala a través del llamado, Pacto Verde, acordado en 2019, mediante el cual la comunidad Europea se convertirá en el primer continente climáticamente neutro.
Este conjunto de medidas tienen como objetivo cumplir las metas establecidas en la Ley Europea del clima con la que se espera transformar el conjunto socio económico justo, ecológico y próspero, a través de la reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero.
¿Cómo se preparan los ciudadanos?
Existen muchas dudas acerca del período de transición en el parque automotor eléctrico, pero se afirma que esto llegará de manera inminente antes del año 2025, según algunos informes.
No se sabe muy bien si serán coches híbridos o híbridos enchufables o si el paso será directo hacia el automovil eléctrico.
Existen algunos retos técnicos por solventar. Por ejemplo, la disponibilidad y velocidad de la carga, así como la autonomía. Además, se desconocen los costos de producción y hasta el precio de las baterías y su reposición.
Pero hay motivos suficientes para un impulso del coche eléctrico, tales como eficiencia energética, facilidad del mantenimiento y sobre todo, la disminución de la contaminación ambiental que supondría el cambio hacia esta tecnología. Esta decisión, sin duda, cambiará el mundo.