Soluciones eco-innovadoras para la industria alimenticia
La generación de envases para la industria de la alimentación a partir de biopolímeros y materiales reciclables, reducen la dependencia de las fuentes fósiles, como el petróleo, al tiempo que disminuyen el impacto medioambiental. Esta es una opción para rentabilizar las industrias y conseguir una producción más sostenible, indica Gustavo Copelmayer.
La industria alimenticia se beneficia a través del desarrollo de envases biodegradables fabricados a partir de materiales que se pueden degradar en el vertedero fácilmente. Los envases biodegradables se producen utilizando biopolímeros, que son moléculas que a menudo se encuentran en organismos vivos, como la celulosa y las proteínas. Esto significa, explica Gustavo Copelmayer, que pueden consumirse de forma segura, degradarse rápidamente y, a menudo, producirse a partir de productos de desecho de plantas.
Sin duda, el material más utilizado para el envasado de alimentos es el plástico, por ser fácil de fabricar, pero conlleva una serie de consecuencias medioambientales como largas tasas de descomposición y daños a los ecosistemas naturales. En los últimos años, los envases y películas biodegradables que no son de plástico han comenzado a integrarse como una alternativa al envasado de plástico estándar, concluye Gustavo Copelmayer.
«El hombre no solo es un problema para sí, sino también para la biosfera en que le ha tocado vivir».
Ramón Margalef (1919-2004), primer catedrático de Ecología en España.
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