Realizan evaluación ambiental para alcanzar en 2050 una Europa hipocarbónica
El continente europeo se prepara para la disminución de las emisiones de carbono y plantea una fecha límite para el año 2050. Para avanzar en esta meta y evaluar el cumplimiento de los objetivos, este año se publicó el informe “El medio ambiente europeo: estado y perspectivas 2020 (SOER 2020)” el cual realiza una evaluación integrada del medio ambiente en este continente.
El mencionado texto señala que Europa ya ha logrado un progreso significativo en las últimas dos décadas en términos de mitigación del cambio climático, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
Las señales de progreso también son evidentes en otras áreas, como la contaminación del aire y el agua y la introducción de nuevas políticas para abordar los residuos plásticos, reforzar la adaptación al cambio climático, la economía circular y bioeconómica.
Sin embargo, el informe identifica lagunas entre el estado del medio ambiente y los actuales objetivos de las políticas de la UE a corto y a largo plazo. “Llega en un momento crucial, al enfrentarnos a retos apremiantes en materia de sostenibilidad que exigen soluciones sistémicas urgentes”, menciona Gustavo Copelmayer, basándose en el estudio y análisis de este texto.
Un futuro sostenible todavía es posible: ¿dónde actuar?, se pregunta Gustavo Copelmayer. Alcanzar una Europa hipocarbónica y sostenible todavía es posible y así expandir los efectos al resto del planeta.
El informe destaca varios ámbitos clave en los que tendrán que tomarse medidas para que Europa pueda reconducir la situación y alcanzar los objetivos y ambiciones fijados para 2030 y 2050.
Analiza Gustavo Copelmayer lo siguiente: destacar el potencial de las políticas medioambientales vigentes. Hacer sostenibles las acciones en el marco de la ley, desarrollar marcos políticos vinculantes en las áreas de alimentación, aprovechamiento del suelo, y sustento social y político.
Así mismo, liderar acciones internacionales hacia la sostenibilidad en la UE a través de acuerdos internacionales por vías diplomáticas con el fin de proteger la biodiversidad y el uso de los recursos. “Es imprescindible fomentar la innovación en toda la sociedad”, advierte Gustavo Copelmayer y agrega que es necesario crear más conocimientos y competencias técnicas, así como centrarse en comprender los sistemas que generan las presiones medioambientales.